The batman, Matt Reeves, 2022.
He de reconocer que yo mismo tenía muchas ganas de verla, y acudí el mismo día del estreno al cine. Fui acompañado por un amigo que salió más contento de la sala que yo, él es lector de comics, los lleva leyendo desde que era niño, y afirmó que esta es la película del hombre murciélago más fiel a las viñetas de su creador. Sinceramente, desconozco este dato, pero dicho está, también afirmó que este film es el que más le gusta de toda la franquicia. Para gustos están los colores.
Yo no soy un experto en comics, ni en DC ni en Marvel, pero a mí esta cinta es de las que menos me ha gustado, evidentemente , la prefiero a otras anteriores, en concreto a Batman y Robin de Joel Schumacher, 1997. Hay que tener en cuenta varios aspectos para el análisis. En primer lugar, el querer hacer taquilla a toda costa, a pesar de imperar la oscuridad y un intento de realismo en la pantalla, al calificarla prácticamente para todos los públicos -mayores de 12 años- para que todas las butacas queden reservadas, la película pierde, si se pretendía que este fuera un héroe diferente no se ha conseguido. Obviamente, es solo diferente porque es un batman más joven, más rudimentario, más inseguro, profesa más de detective que en las anteriores, y por supuesto, el nuevo actor, Robert Pattinson, lo interpreta de manera distinta; en mi opinión, no es la mejor interpretación del murciélago como dicen algunos. Su actuación es creíble, sí, es diferente a lo que hemos visto hasta ahora, sí, pero ¿es el mejor?, pues desde mi humilde opinión, no.
Dejando las interpretaciones por un momento. La duración del largometraje no me parece un lastre, como suelen decir algunos, si acaso podría hacerse larga para los niños, pero de esto ya hemos hablado antes. A mí lo que me saca del éxtasis en el que muchos parecen estar sumergidos, son los últimos treinta minutos. Todo lo anterior es aceptable, incluso en algunos momentos es bueno, no magnífico, pero algunas escenas están conseguidas, sin embargo a partir de las dos horas y unos minutos más, la cinta se me torna infantil, tramposa, facilona, y siento que en esa traca final de peleas, en ese escenario y en sus partes altas, siento que me están tomando el pelo; con ese grito que lanza el hombre murciélago, que no me dice nada, que me parece hasta ridículo, y por último, la intervención de catwoman, no voy a desvelar de qué se trata, pero esa intervención está demasiado trillada, más que vista, y finalmente, queda cursi e infantil.
The batman, Matt Reeves, 2022
Volviendo las interpretaciones. Si existen los actores con kilos de más, si existen los actores con una edad determinada, me preguntó ¿por qué coger a Colin Farrell para hacer del pingüino? Es un hábito, últimamente, es otra moda el elegir a actores jóvenes y delgados, para luego maquillarlos y vestirlos como personas mayores y obesas. Me imagino que el motivo, es el erróneo pensamiento, de que de esta manera se apreciará un mejor trabajo actoral. Para mí, nada más lejos de la realidad, sino que se lo digan a Jared Leto. Colin Farrell también patina en las últimas escenas, no me parece nada creíble, lo mismo me ocurre con el personaje de Alfred, no es más que un carácter embotellado. El comisario Gordon tampoco se salva, al principio parece que tiene algo nuevo que decir, sin embargo, mientras se va desarrollando la cinta, el personaje se vuelve olvidable. Siento decir que Catwoman, interpretada por Zöe Kravitz, solo queda por encima de Halle Berry y su nefasto film; su interpretación también influenciada por el infantilismo final de la película, se mantiene en esa tesitura, no llega, no trasciende, y en los minutos finales el papel es solo válido para un público de infantes. Michelle Pfeiffer y Anne Hathaway están excelentes con sus caracterizaciones de mujeres gato. Sé, que para el público joven esto puede ser como un insulto, pero mis más sinceras disculpas, el trabajo del actor es otra cosa diferente a triunfar en instagram o en tik tok, y a todo lo que signifique “moderno”. Termino con Robert Pattinson, es aceptable su papel, reconozco el trabajo, el esfuerzo y el peso de llevar la capa del murciélago. Me gusta su manera de mirar, su silencio; es una lástima que la película no esté a la altura de su interpretación. Lo mismo podría decir de Paul Dano y de su enigma.
En definitiva, será que me estoy volviendo viejo, pero yo me quedo con Michael Keaton y con Christian Bale. Con el batman de 1989 de Tim Burton; construida con corazón, esculpida de manera artesanal, y también, con las dos últimas de la saga del caballero oscuro, concretamente con The Dark Knight Rises de Christopher Nolan, 2012; épica, adulta, emocionante. Me estaré volviendo viejo, mis más sinceras disculpas.