Vida efímera

En esta ciudad me paso el día hablando con extraños. Personas que veo una sola vez, quizás dos, pero sería sorprendente, que nos encontráramos en una tercera ocasión por casualidad, por coincidencia en nuestros caminos. Aun teniendo una rutina: subir al metro a la misma hora todas la mañanas o todas las tardes, y volver a la misma hora todos los días.
Tóxicos y tóxicas

No es novedad. Perdura, nace y se reproduce. La toxicidad de las personas nos lleva acompañando desde que el mundo es mundo, desde que el humano es humano. Lo eran Marco Antonio y Cleopatra, mucho antes de JFK y Jacqueline Onassis; lo eran también el hombre y la mujer de las cavernas.